Con la edad, la experiencia y la perspectiva que dan los años permiten vivir con mayor serenidad, afrontar nuevos desafíos y aprovechar todo lo aprendido para disfrutar más de la vida. Envejecer podría vivirse como algo terrible si no hubiera crecimiento. Pero en una existencia bien vivida, aprendemos, a medida que nos queda menos tiempo, a extraer todo el jugo a las maravillas que nos ofrece el mundo. Como una fruta que muestra todo su color y dulzor, la madurez se puede convertir en la mejor parte de nuestra historia.…